Hoy en día ante las necesidades emergentes de la sociedad, derivado de los grandes cambios sociales y tecnológicos obliga a que la enseñanza de contenidos científicos por parte de los docentes no sea suficiente para facilitar la construcción de conocimientos (Gisbert y Esteve, 2011). En la actualidad se habla de una sociedad donde hay una diseminación del conocimiento, un aprendizaje a lo largo de toda la vida que se fortalece a través de la experiencia y práctica social en contextos diversos, y el uso de las tecnologías de la información (TIC). En el nivel superior los estudiantes necesitan tener conocimiento sobre su entorno y los problemas que existen en él, de tal forma que tengan la capacidad de identificar las necesidades y oportunidades de acción en diferentes ámbitos de su ejercicio profesional, a fin de planear, diseñar e intervenir de forma integral para incidir en los problemas sociales asociados a sus campos de trabajo (Sagastegui, 2004).
En la educación superior se requiere formar ciudadanos con capacidades para la innovación y el diseño de proyectos con enfoque social y solidario que colaboren en mejorar la calidad de vida de poblaciones vulnerables que han sido menos favorecidas. Este planteamiento evidencia la necesidad de vincular los procesos de aprendizaje individual y aprendizaje colectivo (Barrera, Fernández y Gairín, 2014) con la creación de nuevos significados y las oportunidades de interactuar en diversos contextos, lo que no concuerda con el modelo predominante en las instituciones de nivel superior y posgrado que se caracteriza por la transmisión unidireccional de contenidos (Hernandez, González, y Muñoz, 2015).
Ante este escenario, donde el aprendizaje adquirido a través de la práctica y de las interacciones sociales se vuelve necesario, se presentan el caso de la maestría Gestión de Proyectos para el Desarrollo Solidario que se imparte en el Instituto Politécnico Nacional (IPN) de México en su Unidad Oaxaca, donde los estudiantes desarrollan proyectos de intervención para incidir en la solución de problemas relacionados con carencia de infraestructura básica, vivienda y servicios en las comunidades.
De lo anterior se planteó el objetivo de la investigación para reconocer que con el uso de metodologías pedagógicas como el AS, los estudiantes en el nivel posgrado desarrollan un aprendizaje significativo a partir de la solución de problemas reales que permiten el desarrollo de competencias profesionales más que en la adquisición de conocimientos, entre las que destacan las relacionadas con el pensamiento reflexivo y la educación socioemocional, y las vinculadas al desempeño profesional, y el de estimular la capacidad de los alumnos para diagnosticar, diseñar e implementar soluciones a problemas de entornos sociales cada vez más desiguales.
Se describen resultados de los proyectos de estudiantes que han efectuado como temas de tesis y se discute el beneficio del empleo de metodologías como el AS que ha resultado una estrategia pedagógica valiosa dentro del proceso formativo educativo en competencias de los estudiantes, y para su vida laboral una vez egresados de la institución.
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