Introducción: En algunos países la educación de las niñas en las áreas de Ciencia, Tecnología, Ingeniería, Artes y Matemáticas (STEAM) se considera un elemento crucial para el desarrollo económico nacional. La comunidad científica se enfrenta actualmente a la siguiente pregunta: ¿Por qué existe una brecha de género en estas áreas del conocimiento? En todo el mundo, los investigadores han publicado experiencias en las que las preguntas de investigación se centraron en identificar las barreras de género en las disciplinas científicas. A nivel mundial, las mujeres aún están insuficientemente representadas en STEAM, no solo como estudiantes, sino también como docentes, profesoras, investigadoras y trabajadoras, lo que genera una importante brecha de género. La realidad de esta brecha está documentada por los observatorios e informes internacionales sobre este tema y el Instituto Europeo para la Igualdad de Género.
Los factores que marcan estas diferencias son numerosos y de diferente alcance, incluidos los personales, familiares, sociales y especialmente escolares (muchos centros educativos no cuentan con la infraestructura necesaria o sus docentes no están preparados tecnológica o pedagógicamente).
Pregunta de investigación: ¿Qué percepción tienen las futuras docentes matriculadas en los Grados de Educación Primaria de la Universidad de Sevilla sobre la aplicación de la robótica en las prácticas educativas?
Muestra: 213 mujeres de entre 18 y 24 años (19.23 años de edad media) que cursan primero del Grado de Educación Primaria en la Facultad de Educación de la Universidad de Sevilla durante el curso académico 2019-2020.
Resultados: Las futuras docentes manifiestan una predisposición hacia el aprendizaje mediante el uso de la robótica, aunque las experiencias previas con la robótica educativa sean limitadas y sea latente, generalmente, el desconocimiento de los softwares que permitirían soportar este aprendizaje. Además, las futuras docentes resaltan como aspectos positivos el aumento de la motivación en el aprendizaje, de las competencias de trabajo en equipo y del autoaprendizaje, entre otros, en el uso de la robótica en las prácticas educativas.
Conclusiones: El género, y la herencia cultural sexista hacia la formación, no sería un impedimento para que las docentes se presenten como un referente para su alumnado en el aprendizaje mediatizado por la robótica en el aula.
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