Tradicionalmente se ha contrapuesto, como si de elementos antagónicos se tratasen, el Derecho como ciencia -jurídica- y el Derecho como experiencia (o, en términos más científicos si se quiere, aula vs laboratorio).
En esta ponencia se pretende traspasar esta barrera, y desde un punto de vista práctico (y desde la experiencia personal), argumentar las principales fortalezas y beneficios que tienen estas competiciones:
- para las Universidades (visibilidad internacional, diferenciación, etc.),
- para los estudiantes (formación, currículum y acceso al mercado laboral, networking)
- como para los profesores implicados -mediante su función de tutorización- (formación específica, desarrollo de técnicas docentes, networking, etc.).
No podemos olvidar el origen, propósito y operativa de estas competiciones (mecánica basada en el arbitraje).
Centraré mi intervención en dos motos (sin olvidar otros), el International Maritime Law Arbitration Moot (del cual soy entrenador del equipo de la Universidad Carlos III de Madrid) y otro el Moot Madrid (del cual soy coordinador). Ambas experiencias, junto con muchas otras en las que la Universidad promueve la participación, han aupado a la Universidad Carlos III como un referente en el uso de esta técnica formativa entre sus estudiantes de Derecho y dobles grados.