La enseñanza del Derecho penal online para el fomento de la interacción profesor-alumno
Alfredo Abadías Selma
Profesor Contratado Doctor de la Universidad Internacional de La Rioja -UNIR-
Grupo de Investigación Penalcrim
- Estado de la cuestión
Cuando los alumnos tienen ante sí el reto de estudiar y aprender la asignatura de Derecho penal, lo más habitual es que ab initio les atraiga, pues es notorio que existe un cierto “morbo” ante el mundo del crimen, de bien seguro influido por los mass media, que en la mayoría de las ocasiones no aportan más que sensacionalismo y series televisivas que con más o menos fortuna intentan captar a la máxima cantidad de audiencia, pues los índices de Share marcan en tan solo un episodio si los contenidos creados tendrán continudidad o no de forma implacable.
Pero la realidad es que, en las primeras horas de clase de Derecho penal, los alumnos siempre formulan la que venimos en denominar la “pregunta del millón”, que es: ¿Profesor, nos tenemos que aprender todos los artículos de memoria?, y es justo en ese momento cuando los discendentes se percatan de que el Derecho penal es una materia muy extensa, que empieza con una parte general muy teórica, y que nuestro Código penal tiene más de seiscientos artículos, disposiciones adiciones, disposiciones transitorias, disposición derogatoria y siete disposiciones finales. Si a ello le añadimos que van a tener que conocer legislación penal especial como: la Ley Orgánica de Responsabilidad Penal del Menor y su reglamento, la Ley Orgánica de Represión del Contrabando, la Ley Penal y Procesal de la Navegación Aérea, entre otras, amén de la Ley de Enjuiciamiento Criminal y la Ley Órgánica del Poder Judicial, suele aparecer un sentir consistente en cierto desasosiego entre el alumnado que solo puede ser apaciguado por la maestría de un buen docente que sepa comunicar en qué consiste el aprendizaje real del Derecho penal que siempre debería de ir bien acompañado de unos materiales docentes de calidad.
Otro de los escollos que hay superar también en las primeras horas de docencia es cuando los alumnos preguntan qué materiales y/o manual han de estudiar para aprobar la asignatura, y cuando ven que se les recomiendan decenas de obras de penalistas insignes, suele aparecer algún episodio de ansiedad, cuando no de desánimo, pues ven como les cae sobres sus cabezas el peso de la ciencia, y válgase hacer inciso en el sustantivo de “peso”.
Ni que decir tiene que la situación se complica “aparentemente” cuando los alumnos tienen a un profesor ante sí, que se comunica con ellos a través de sus pantallas, ya sean de ordenador, tabletas, smartphone, etc., pues la lejanía es todo un reto a superar.
- Planteamiento del proyecto educativo
Dicho lo anterior, un buen docente no puede caer en el desánimo en ningún momento, y entendemos que tampoco puede argumentar en contra de las series televisivas, y medios online existentes, pues son una realidad ya imparable y necesaria que se ha visto acrecentada en los convulsos tiempos de la COVID-19 y el obligado confinamiento.
En momentos tan complejos, se ha visto bien claro quién ha sido capaz de captar la atención de los estudiantes confinados y las más de las veces en entornos poco propicios para el estudio, y quien ha aburrido hasta la saciedad, ganándose casi a pulso que los estudiantes estuviesen “on”, cuando en realidad estaban “off” en situación de hastío.
No se pretende aquí descubrir algo que solucione ipso facto todo lo antedicho, pero sí, plantear un modelo de aprendizaje basado en el inveterado método mayéutico de Sócrates, y por supuesto, acudiendo al método cartesiano, recuperando la capacidad del docente de suscitar a los alumnos un interés por el estudio del Derecho penal desde un pensamiento proactivo.
III. Objetivos
Los objetivos son:
- Desmitificar lo que es el Derecho penal visto desde los mass media.
- Que los alumnos vean y “vivan” el Derecho penal a través de casos reales que hayan sucedido o que estén sucediendo en su entorno.
- Proporcionar a los alumnos las herramientas necesarias para que lleguen a plantearse cuestiones entorno al Derecho penal.
- Proporcionar a los alumnos las herramientas necesarias para que sean capaces de aportar soluciones sólidamente argumentadas en Derecho.
- Suscitar a los alumnos un interés real por la asignatura del Derecho penal.
- Método
El docente que imparte online, entendemos que en las clases en directo ha de presentar un buen aspecto, más o menos formal, con corbata o sin ella, pero claro está, sin licencias como: aspecto descuidado, vestimenta excesivamente “hogareña”, etc., que, aunque parezca obvio, es algo que hay que recordar.
Es preciso también que el docente tenga un lugar óptimo para impartir, a poder ser con un fondo neutro que no distraiga, que disponga de buena iluminación, buen sonido, buen encuadre (se han de evitar los contrapicados), que no haya puertas tras la imagen, sin ruidos, etc.
Entendemos que las sesiones no pueden ser más extensas de 45 minutos, y si lo han de ser, debe realizarse una pausa de 10 minutos de asueto para mantener al alumnado atento en todo momento.
Desde la primera clase hay que indicar al alumnado que han de proveerse de micrófono y cámara, pues en cualquier momento se les va a requerir para que intervengan en directo, evitándose así que se esté en línea conduciendo, caminando por la calle, simultaneando tareas, o como alguien que escucha una simple radio de fondo. Hay que recuperar la idea fundamental de que se está en una clase, online, pero en una clase, y que hay que estar con la máxima atención preparado para intervenir y demostrar que la competencia verbal y la imagen que se proyecta es sumamente importante en el mundo jurídico.
Es preciso desterrar la idea de estar en una clase magistral de forma pasiva tan solo escuchando y comunicándose a través del chat por escrito.
El profesor habrá de utilizar unas presentaciones con poco texto, que sean atractivas, que utilicen imágenes y esquemas muy visuales.
Se iniciará la clase con las imágenes de un caso real, o incluso con un fragmento de una serie televisiva de éxito relacionada con la temática a tratar.
En cada clase, el docente habrá de plantear una cuestión relacionada con el Derecho penal, ya sea de la parte más dogmática, como podría ser el dolo y la imprudencia, o bien de la parte especial, con la tipificación de un delito. El profesor dará una serie de explicaciones sobre el tema en cuestión y lanzará una serie de preguntas a los alumnos, llamándoles por sus nombres y apellidos invitándoles a participar en directo con sonido e imagen.
Se intentará que haya dos posturas contrapuestas a defender como mínimo, y que puedan ser abordadas por al menos dos alumnos en directo, mientras el profesor utilizará las interrogaciones, ironía, repreguntas, etc., propias del método mayéutico, en aras de conseguir que los alumnos encuentren la génesis de la cuestión que se ha planteado en la clase de forma lo más autónoma posible.
Para concluir la clase, el profesor recordará a los alumnos que para la solución de la cuestión planteada se uitilizarán siempre las pautas del método cartesiano, procedimiento mediante el cual se trata de hallar la verdad, basándose en la duda con el fin de obtener el verdadero conocimiento, y que son:
- La evidencia: «No admitir como verdadera cosa alguna, como no supiese con evidencia que lo es. Es decir, evitar cuidadosamente la precipitación y la prevención, y no comprender en mis juicios nada más de lo que se presentase tan clara y distintamente a mi espíritu, que no hubiese ninguna ocasión de ponerlo en duda».
- Análisis: «Dividir cada una de las dificultades, que examinaré, en cuantas partes fuere posible y en cuantas requiriese su mejor solución».
III. Síntesis: «Conducir ordenadamente mis pensamientos, empezando por los objetos más simples y más fáciles de conocer, para ir ascendiendo, gradualmente, hasta el conocimiento de los más compuestos, e incluso suponiendo un orden entre los que no se preceden naturalmente».
- Comprobación: «Hacer en todo unos recuentos tan integrales y unas revisiones tan generales, para llegar a estar seguro de no omitir nada».
Recordados estos puntos, el profesor aportará a los alumnos una serie de materiales complementarios para poder alcanzar la solución de las cuestiones planteadas, consistiendo en: legislación, lecturas doctrinales, análisis jurisprudencial, documentales, entrevistas, etc.
Se recordará asimismo la importancia del manejo de al menos una base de datos de jurisprudencia y legislación para la resolución de lo que se ha planteado en la clase, y se invitará al alumnado a que entreguen de forma breve y sucinta un escrito con sus conclusiones para la clase siguiente, donde se leerá en directo por parte de uno o dos alumnos elegidos al azar por el profesor.
Terminada la lectura de la solución de las cuestiones planteadas, el profesor aportará las ideas finales indicando en la clase dedicada a ello, los puntos más relevantes realizados correctamente y aportando las ideas sobre dónde es posible encontrar mejora.
Con todo lo antedicho, aportaremos una comunicación donde se intentará glosar de forma clara y sucinta los aspectos más relevantes para dinamizar y motivar al alumnado que se enfrenta al apsionante reto de aprender la asignatura del Derecho penal.
Palabras clave
Ponencia Online
Documentación de apoyo a la presentación ONLINE de la ponencia
Documento Complementario de Apoyo
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