Aprendiendo Derecho del Mar desde una experiencia de renovación metodológica en el Aula

-Introducción

Al entrar en el aula utilizamos pautas, rutinas, o secuencias de acciones que pueden no responder a decisiones fundamentadas sino a hábitos que asumimos de forma poco consciente. Esto hace que repitamos comportamientos cuya única justificación es la tradición, la imitación o la costumbre, sin pararnos a pensar si van a producir un mejor aprendizaje de la materia por parte del alumnado. Sin embargo, si se quiere avanzar en el desarrollo de la mejora docente, lo primero que tendríamos que hacer es reconocer y analizar esas rutinas o acciones en el aula, para poder así comprender la lógica que guía nuestra práctica docente, y decidir si las conservamos por convicción o las modificamos por otras más adecuadas[1]. En este sentido, el estudio y la comprensión de los modelos metodológicos docentes que han tenido éxito nos pueden servir de guía en aras de comprender mejor la realidad en el aula para poder intervenir en ella con mayor rigor.

-Objetivos

El objetivo de esta comunicación es mostrar el desarrollo y la aplicación de un Ciclo de Mejora docente en el Aula (CIMA), que ha estado basado en un modelo metodológico docente que promueve el aprendizaje crítico natural de los alumnos. Dicho modelo se ha centrado en la reelaboración de las ideas de los estudiantes, en el marco de la asignatura de Derecho Internacional Público, sobre el tema 15 del programa docente: Derecho del Mar.

Con ello se ha pretendido que en el aula no haya posiciones jerárquicas que puedan dar lugar a la sumisión intelectual (“el que sabe y el que no sabe”), como suele venir sucediendo en el modelo metodológico docente habitual. En este sentido, se ha implementado un modelo metodológico en el que las ideas y resoluciones de los alumnos son tenidas en consideración para abrir un debate y una “negociación crítica” entre todos a los efectos de resolver un problema inicial planteado. Así, pues, se ha pretendido ir más allá del modelo metodológico habitual, centrado en la Teoría + Práctica y en el que el profesor asume el papel protagonista en la transmisión directa del contenido a los estudiantes, para configurar un modelo metodológico basado en la idea de que el aprendizaje no llega con la memorización de hechos aislados, sino con la capacidad de razonamiento e implicación en el proceso a través de un problema o desafío que active el interés de los estudiantes. En este sentido, el modelo metodológico implementado responde al siguiente esquema:

Pr + Ie+Ac+C

-Pr: planteamiento de un problema de interés.

-Ie: toma de conciencia y expresión por parte de los estudiantes de sus ideas respecto al problema.

-Ac: puesta en práctica de actividades de contraste que las pongan en cuestión.

-C: elaboración de conclusiones sobre las ideas iniciales y finales, y sobre lo aprendido en el proceso.

En el desarrollo e implementación de este CIMA se han tenido en cuenta los principios metodológicos que plantean los profesores FINKEL y BAIN en sus respectivas obras: FINKEL, D. (2008).  Dar clases con la boca cerrada. Valencia: Publicaciones Universidad de Valencia; BAIN, K. (2005).  Lo que hacen los mejores profesores universitarios. Valencia: Publicaciones Universidad de Valencia. También se han seguido las propuestas contenidas en el libro Porlán, R. (2017). Enseñanza Universitaria. Cómo mejorarla. Universidad de Sevilla: Morata.

[1] DE ALBA, N., PORLÁN, R., “La metodología de enseñanza”, en Enseñanza Universitaria: cómo mejorarla, Universidad de Sevilla, Ediciones Morata, 2017, pp.37-38.

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